Y quizás todo tenga que pasar así por algo. A veces es mejor no preguntarse porque pasan las cosas, la vida nos lleva por ellas por alguna razón y aunque nosotros mismos no sabemos cual es, tendremos que confiar en que es lo mejor que pudo pasar.
Y siempre que nos pasa algo que no esperábamos o que no nos gusta el final intentamos remediarlo para que no sea doloroso, para anestesiarnos de alguna manera ese dolor y hacerlo más llevadero...pero hoy he decido no hacerlo. No voy hacer nada. Prefiero sufrirlo y vivirlo que anestesiarme y no sentir que he vuelto a caer y así aprenderé de ello...
Por eso no te voy a escribir una carta contándote como debería ser ni lo que deberíamos hablar. Estoy cansada de dar de mi todo, de hacer las cosas bien, de intentar cosas que no dependen de mi, de hablar de cosas que solo están en mi cabeza, de sentir lo que no puedo sentir, de ver lo que odio ver...